“Vamos como animales acá”, disparó un usuario de la línea 4 de colectivos. ¿El contexto? El primer día de servicio reducido en un 25% en el transporte público, medida anunciada por los empresarios del transporte, para afrontar la crisis del sector. Una decisión que, ya desde sus primeras horas de regimiento, trajo como resultado demoras sustanciales, paradas y colectivos repletos, y la consecuente furia de los usuarios.
“Esperé más de media hora el 118, vengo desde Alderetes. Llenísimos los colectivos, las paradas también, subían de 10 a 12 personas. Han dejado cantidad de gente en las paradas, sin subir; una señora pedía por favor que la dejen subir, porque perdía el turno con el médico”, relató Sandra Pereira, una de las entrevistadas por LA GACETA más enfática a la hora de expresar su malestar. Lo hizo, además, mientras llevaba otra media hora de espera, en calle Santiago, para subirse nuevamente a un colectivo.
Sandra apuntó directamente contra los empresarios del transporte. “Son unos delincuentes. El gobierno tiene que quitarles la licitación. Estamos cansados de ser rehenes suyos; la vez pasada, cuando hubo paro, tuve que irme en taxi, y perdí mi día de trabajo ahí. Si antes esperábamos 30, 35 minutos un colectivo, ahora peor”, disparó.
Alrededor de Sandra, otras personas se suman al reclamo, mientras esperan por la llegada del colectivo. “El 118 ya venía mal, imaginate ahora. Perjudican a los chicos en la escuela, la gente que trabaja. Muchas veces el colectivo te esquiva”, contó otra mujer, que prefirió no revelar su nombre, y que también disparó contra los empresarios. “Perjudican hasta a sus propios trabajadores”, dijo.
“No piensan en el laburante, que se levanta dos horas antes, para poder esperar una hora y pico el colectivo. Llegas tarde, volves tarde, ni te cuento en el verano. Que hagan un viajecito como hacemos nosotros”, fustigó Mónica, otra de las presentes en la parada de calle Santiago.
Mónica contó que, en su zona, la demora ya de por sí es demasiado alta. “En el barrio Los Pinos no pasa nunca, y encima es seguro que te roban en la parada. El otro día esperé más de dos horas el 118, y no llegó nunca”, aseguró. También reveló que, por la noche, los colectivos dejan de circular muy temprano. “Mis hijos tenían que volver a las 21 a casa, porque a los 22 ya no pasaban”, sostuvo.
Claro, los testimonios similares se repiten entre los usuarios. Nélida Cano, jubilada, cuenta que debió esperar 40 minutos a un colectivo de la línea 5, cuando antes pasaban cada 10, 15 minutos, por la zona de su casa. Enojada, apuntó contra los empresarios, y también contra algunos choferes. “Piden aumento, se quejan de una cosa, de otra, pero los colectivos dan asco, y los choferes para qué voy a decir”. Incluso, asegura, hay cierta animosidad contra los jubilados, en algunos casos, por los boletos gratuitos. “Nos cortan el boleto con enojo. Algunos son bastante desagradables”, afirma.
“El colectivo que siempre espero, el 141, fácil está demorando media hora; habitualmente pasa a las siete de la mañana, pero hoy se demoró un montón. Sabía que estaba reducido el servicio pero pensaba que como los chicos tienen que ir a la escuela lo mismo iban a tener un poco de piedad y pasar en horario, pero no”, contó María, sentada en una parada en la entrada de la terminal. “Hoy ya no entraba más gente en el colectivo”, agregó.
“Estoy muy preocupada porque mis nenitas van a la escuela a la tarde, les dije que salieran un poco más temprano, porque no sé a qué hora van a tomar el colectivo. No nos queda otra, sí o sí tenemos que viajar en colectivo”, completó.
“El 5 un desastre, hoy demoró bastante, y venía lleno total. El 118, que sabía ser ágil, también está demorando más, fácil más de 15 minutos”, cuenta Guillermo, que señala que se debería mejorar el servicio de transporte. “Hace tres días tomé el mismo colectivo acá, y demoró menos”, dijo, por su parte, José Zamora, que llevaba ya media hora esperando un colectivo de la línea 5 para regresar a su casa.
“El 11 lo esperé un montón hoy, lo tomé 8:20, y solía pasar a las 8; lo suelo tomar casi vacío, y hoy venía lleno”, indicó Elba, que también apuntó contra la calidad del servicio. “Es un desastre, hoy el colectivo apenas andaba. Te paran en medio de la calle, no podes subir, no respetan nada”, sentenció.
Un problema de años
Pese a admitir que la demora, por la reducción de servicio, es mayor desde hoy, muchos usuarios aseguran que las frecuencias de los colectivos suelen ser un problema habitual ya desde hace tiempo.
“Estoy esperando hace media hora, pero el 5 fue así toda la vida, a veces tenía que tomarme otro colectivo para llegar. Hoy sí hubo más demora, y venía más lleno el colectivo”, dice a LA GACETA Myriam, a la espera de volver a su casa. Y remarca otra problemática: la circulación nocturna.
“Mi hijo trabaja en un call center, y tiene que pedir salir antes para poder llegar a tomar el colectivo, que deja de pasar antes de las 23. Desde la pandemia que hubo una reducción de horarios”, apuntaló Myriam.
También apuntó contra la línea 5 Jessica. “Se demora mucho habitualmente, a veces hay media hora de espera. Hoy lo tomé a las 7:20 y solía pasar a las 7; venía mucho más lleno, demoré mucho en llegar al centro”, sostuvo.
Ahora, con la reducción de frecuencia, habrá que tener mayor previsibilidad a la hora de ir a las paradas, asegura Jessica. “Voy a tener que empezar a salir las paradas antes; hay horarios definidos para los colectivos, pero si lo recortan, hay que salir antes. Vivimos en Yerba Buena, mi esposo y yo entramos a trabajar mañana a las 8, y vamos a salir más temprano”, cuenta.
(Producción periodística: Joel Katz)